domingo, 5 de septiembre de 2010

ENTREVISTA: JOVENABUELO

Ayer, mirando el calendario, nos dimos cuenta que hace más de un mes que hicimos esta entrevista. Lo único que importa, a estas alturas, es que por fin está lista y que consta de dos partes: la primera parte son las respuestas que nos dieron Ignacio Cea (Nacho) y Javier Hechenleitner (Budín) en la Lavandería, sala de ensayo del grupo, un frío día de finales de julio; la segunda parte son preguntas que nos respondieron por correo luego de que perdiéramos el archivo de audio que grabamos el mismo día de julio. Cosas del fútbol.

Jovenabuelo son: Ignacio Cea en guitarra, Javier Nacif (Puré) en teclados y Javier Hechenleitner en batería. El primer bajista fue Sebastián Rivera (Lulú), pero, luego de cuatro años, se fue; lo reemplazó Ricardo Valdés (quien también tocó en Rotación de Ceres), pero también se fue, hace muy poco. Además, tocan con Sebastián Arriagada, quien se encarga de las visuales que se proyectan en las tocatas.

A continuación, lo importante: las respuestas de la banda.


PRIMERA PARTE: EN LA LAVANDERÍA.

-¿Consideran que su música es música de vanguardia?
Nacho (N): Yo creo que sí, en el sentido que estamos tratando de llevar la cuestión hacia algo fresco y hacia algo que para nosotros sea nuevo, independiente de que para todos no sea nuevo y que paralelamente en Japón haya una banda exactamente igual a nosotros haciendo las mismas cosas; nosotros intentamos experimentar básicamente. Nos proponemos como premisa la experimentación o la búsqueda, más allá de adaptar o usar formas que ya están súper definidas o súper-archi ya usadas como pasa mucho en el rock tradicional; no es ese nuestro caso: estamos experimentando con formas nuevas, con las métricas, con los ritmos, con las armonías, con improvisación, con nuevos timbres sonoros; el mismo tema con las imágenes... En ese sentido es vanguardia, porque siempre que hay experimentación, inevitablemente van a surgir cosas nuevas.
Budín (B): Igual esa experimentación no es experimentar porque sí, ni porque queremos ser bacanes o porque queremos ser más vanguardistas, es como porque lo sentimos así. Es porque cuando estamos tocando suceden cosas y lo que vamos sintiendo es lo que, claro, nos parece novedoso, pero no es porque sí, es también porque nos gusta.
N: Claro, es como orgánico para nosotros y en el fondo nace como de un no querer repetir las hueás clásicas, típicas. Es una búsqueda en definitiva.

-No caer en el “estrofa-coro-estrofa”...

N: Exacto, como que siempre para cada canción la hueá es libre. Yo creo que los conceptos fundamentales son: libertad en la composición, libertad en las estructuras. Como si de repente queremos dejar una parte que es el caos, y ruido, y tápense los oídos, ya hagámoslo... Si es que tiene sentido en relación a la parte anterior o lo que queremos tocar después de eso… Hay una libertad, y como hay una libertad, sí puede ser vanguardia, porque creo que de ahí salen las cosas nuevas: de la libertad de componer.

-¿Cuál es el rol que cumple, en este sentido, el encargado de las visuales, Sebastián Arriagada?
B: El año pasado incluimos a Sebastián, que es cineasta. Más allá de “oh, somos la banda y vamos a poner visuales”, decidimos hacerlo como que él fuese un integrante más, o sea, el tema visual y lo que estamos proyectando es tan importante como el bajo en la banda, tan importante como la batería. Yo no sé si otras bandas, me imagino que sí, se lo han planeado de esa forma: vamos a incluir a una persona, un artista, que no es músico, pero es cineasta...
N: Al final igual él toca con nosotros, porque en vivo, y así lo planteamos, y así lo hacemos: el loco está tocando con nosotros; él está tocando con un controlador, con su computador y está tirando las imágenes e interviniéndolas, así como yo estoy tocando la guitarra, al mismo momento; estamos los dos sobre el escenario tocando. Entonces no es una hueá estática en que se ponga play no más y que nosotros toquemos encima o que las imágenes vayan encima de la música, no. Obviamente es algo que estamos recién empezando a trabajar -el tema de la interacción imagen-música-, aparte que requiere mucho tiempo: elegir las imágenes, procesar las imágenes, trabajar las imágenes, más aún, generar las imágenes, pos-producir las imágenes. Y ese fue un trabajo que hicimos harto para el disco Niño Sol y para el lanzamiento del mismo, en diciembre del año pasado. Lo planteamos así: queremos contar algo, queremos hablar de algo, entonces ya: no tenemos letras, no tenemos vocalista, pero podemos tener imágenes; las imágenes pueden hablar más que mil palabras. Y ahí empezamos a trabajar con el visualista. Entonces ahí hubo todo un trabajo de elegir las imágenes y de practicar con ellas, ensayar con ellas.
B: Así como él se ha ido influenciando con la música, nosotros nos hemos ido influenciando con las imágenes.


-A propósito de Niño Sol. Nos pareció que el disco era circular, cerrado. Pero, ¿cuál era el tema que ustedes estaban pretendiendo desarrollar? ¿Había una idea de fondo o trabajaron con distintas ideas y las fueron aunando para desarrollar el disco?
N: Existe la idea de un proceso. No es algo cerrado, digamos. No es algo como “es una historia así y asá”. No, no, no es tal cual. De hecho, no es una historia que tenga así como un personaje y hueás. No. Es como que estamos hablando de una situación, de una realidad, de un contexto y que tiene que ver con el ser humano, obvio, y que tiene que ver con el mundo que rodea al ser humano. Básicamente eso. Y cómo el ser humano, de alguna forma, tiene una condición, digamos, primigenia o esencial; cómo se ve inmerso en un sistema, en un mundo. Hay un momento en el que el ser de alguna manera pierde su inocencia y entra en este juego, en este mundo, en este sistema. Hay también todo un retrato del sistema, del mundo al cual llegamos como seres humanos. Claro, ahí también mostramos fuerzas en oposición, que es, si hablamos en términos básicos, un poco corrupto y alienador, y un poco perturbador; y que, en el fondo, corrompe un poco lo que puede ser una esencia más pura. Y por otra parte, fuerzas que están todo el tiempo, como la naturaleza, simplemente. Como que la naturaleza sigue presente ahí, en el ser humano y en el planeta. Entonces, pese a que está este sistema siempre, o que por lo menos en este presente y que a lo largo de la historia ha sido un proceso para llegar a esto, es un sistema que de alguna forma no facilita que el ser humano sea una persona feliz o integral. Igual está esa esencia y esa fuerza pura siempre presente, y está en la naturaleza también y puede haber una forma o una instancia siempre de conectarse con ella.


-Cuando ustedes estaban creando el disco, ¿Tuvieron influencias, de todos tipos -musicales, emocionales- que los marcaron, que le dieron un sello al disco?
N: Seguro. Las experiencias de cada uno se plasman siempre en lo que hacemos y muy fuertemente, porque cuando nosotros llegamos acá y cuando hicimos los temas del Niño Sol, empezamos básicamente: Budín empieza a tocar un ritmo y así nos sumamos y así salen las hueás nomás. Y después que salen los temas así, como que empezamos a estructurarlos. Ese fue un poco el flujo de Niño Sol. Como que los temas salen y después “ya, qué bacán el tema que improvisamos”, “ya, ¿cómo era?”. Ahí empezamos a armarlo y a meterle más cabeza. Entonces, como es una hueá así, tan espontánea y tan libre y tan sincera, obviamente que las hueás que nos están pasando a todos se plasman brígidamente en el resultado, en lo que hacemos. Entonces, así como que nos hubiéramos sometido todos a algo definido y determinado, como “”ya, chicos, veamos esta película o escuchemos este tema”, no. Pero, de alguna forma, nuestras influencias siempre están relacionadas, tanto las musicales como nuestras vidas, que están conectadas. Nuestra percepción, nuestra visión de las cosas, del mundo, también está conectada. Nuestra sensibilidad frente a las cosas, frente a las experiencias que tenemos, también.
B: Están conectadas, pero no son iguales. Entonces como que se van plasmando las ideas que tengo yo con las ideas que tiene él.
N: Se van sumando cosas, se enriquece. Los resultados son la mezcla de nuestras experiencias.


-Siguiendo con Niño Sol, ¿Cuánto les tomó desde que comenzaron a hacer el primer tema hasta que lo grabaron?
B: Así como decir “ya, vamos a hacer un disco con estos temas” y llegamos a las imágenes y lo lanzamos, es un cosa. Pero hay temas que tendrán unos tres años, que lo habíamos hecho antes, pero que después los estructuramos.
N: El disco anterior, 6123, y el Niño Sol fueron, de alguna manera, en términos de composición, paralelos. De repente vimos que teníamos seis largos temas, y empezamos a pensar en temas de este disco conceptual y la hueá; algo que sea conceptual, algo que sea medianamente completo. Y ahí en ese proceso, que fueron, no sé, un par de años, yo creo -en que dijimos que íbamos a hacer un disco conceptual- antes que le pusiéramos Niño Sol y todo, ahí empezó la cuestión a decantarse, a digerirse. Y ahí decidimos: “ya, no, vamos a separar estos seis temas, vamos a sacar dos de estos temas; vamos a dejar este disco con estos cuatro temas nomás, este disco conceptual, circular, con cuatro temas; y estos dos otros temas los vamos a hacer un EP”. Y le sumamos “Engranaje”. Entonces ahí tuvimos que dedicarle un tiempo primero al EP, al 6123, en grabarlo, en mezclarlo, en tocarlo. Mientras que Niño Sol seguía desarrollándose, paralelamente. Entonces cuando decidimos que el 6123 ya lo habíamos lanzado y todo, de nuevo: “ya, ahora tenemos cuatro temas, cómo los vamos a ordenar”, teniendo ya el material, “cómo se va a llamar cada tema”; hay algunos temas que les cambiamos el nombre. Y eso fue, no sé, otro año más. Después nos juntamos con el visualista. Fue un proceso largo.


-¿Cómo escogen los nombres de los temas?
N: Liberación” ya era “Liberación”. Y ese salió que lo tocamos y dijimos “cómo le vamos a poner”, “ya, Liberación, no sé”, ja, ja.


-Apareció el nombre.
N:Niño Sol”, no. “Niño Sol”, el último tema, se llamaba de otra forma, muy absurda, que no voy a mencionar, ja, ja. Y después cuando teníamos ya el concepto más acabado, dijimos “ya, este tema tiene que ser Niño Sol”.


-¿Y qué significa “Niño Sol”?
N: ¿Qué significa “Niño Sol”? Significa harto, ja, ja. Contiene varias cosas, tampoco es como un concepto, digamos, cerrado.
B: Según lo que tú contabai antes de qué trataba el disco, “Niño Sol” es como el desenlace de esa historia, donde después de vivir el proceso de máquina, existe el estado de pureza y de sabiduría. Es como eso. Es como un niño y el sol, que, no sé, es el todo, la vida, Dios, la luz que está ahí.
N: La fuerza, claro. Es como, digamos, el proceso que tiene el ser, el personaje. En el fondo, somos todos nosotros que estamos, de alguna manera, ahí en alguna de estas etapas. El niño representa volver a eso, como volver a la inocencia original con la que nacemos. En el fondo, como ese estado en el cual el ser no tiene culpa ni responsabilidad de nada y está purito en este mundo conociendo las cosas. Siendo natural, siendo sincero, siendo amoroso, siendo sensible. Y eso, claro, en combinación con el concepto del Sol, como fuerza todopoderosa, dadora de vida. En el fondo, poder conscientemente en algún momento retomar esa inocencia original, poder re-contactarse con esa inocencia primigenia u originaria, que cada uno de nosotros tiene, pero en forma consciente. Yo decido quitarme todas estas mierdas que me ha puesto el sistema encima, toda esta basura, toda esta contaminación. Yo decido quitármela y reencontrarme con esa esencia. Entonces no es sólo volver a ser niño, porque el niño es inocente, es puro y todo, pero también es ignorante. La combinación con el concepto solar es esa: la conciencia, la conciencia de querer ir más allá. Podemos verlo incluso como la esclavitud en la cual estamos viviendo. Eso un poco. Tampoco es algo ultra-concreto.
B: Y he ahí el “jovenabuelo”.
N: Tiene que ver con eso también.
B: Ahí toma un poco sentido el nombre.
N: También poner conceptos que pueden serte un poco paradójicos o aparentemente contradictorios. El “joven” como el ser con la energía vital, con la fuerza, con el ímpetu; y el “abuelo” con la sabiduría, ya con más paciencia, con más quietud. De alguna forma aspiramos un poco a eso con nuestra música y con nuestras vidas.


-También con respecto a lo musical, ¿hubo discos que ustedes estaban escuchando en el momento que hicieron el disco?, que aportaran con ideas o algo que les llamó la atención.
N: Sí, obvio que sí. No sé, ¿cuáles fueron tus influencias principales para el Niño Sol? (a Budín)
B: No me acuerdo qué estaba escuchando en esa época...
N: Do Make Say Think, el Winter Hymns; el Happiness de Fridge; Don Caballero, el American Don; El Catch 33 de Meshuggah, también. ¿Qué más? Tortoise, siempre presente.
B: The Mercury Program.
N: Mercury Program, el All the Suits Began to Fall Off. El TNT, el Millions Now Living Will Never Die de Tortoise. No sé. Eso se me viene a la mente. Puré igual debe tener otras influencias. Compartimos esas. Chick Corea. Puré es como el más jazzero.


-¿Cuánto creen que los influye, en el estudio, el hecho de que alguno de ustedes haya estudiado Ingeniería en Sonido?
N: ¿En la composición?... ¿en el estudio de grabación cuando estamos grabando? ¿Cuánto influye? Cien por ciento. Cien por ciento.


-¿Qué tan meticulosos son a la hora de lograr texturas?, por ejemplo.
N: Somos unos jodidos. Por eso nos demoramos tanto también ¿Cuánto tiempo pasó entre que grabamos Niño Sol y en que salió a la luz? (a Budín) ¿Cuántas pruebas de grabación hicimos? ¿Cuánto tiempo estuvimos mezclando el Niño Sol?, sólo mezclando, después de que ya lo habíamos grabado.
B: Yo creo que un año. Es que salió el 6123 entremedio. Yo me acuerdo que grabamos y pasó un tiempo hasta que nos pusimos recién a mezclar.
N: Sí, fue un proceso paralelo. Pero desde que grabamos, ¿cuánto tiempo estuvimos en la mezcla? Deben haber sido por lo menos seis meses mezclando el Niño Sol. Como mes y medio por tema, porque son temas largos, entonces es como harto, harto trabajo. Y ahí estuvimos trabajando con un sonidista. El primer disco, Ya Listo Chao, lo mezclamos nosotros. Lo grabamos nosotros, lo mezclamos nosotros. Pero para el 6123 y para el Niño Sol teníamos un amigo, el Miguel Ángel, que fue: “ya, tú; tú te vai a encargar de esta hueá”. Y nosotros nos reuníamos en ciertas instancias nomás. Aparte que el hueón también es ñoño en la hueá del sonido. En esas instancias decíamos: “ya, bacán; pero no sé qué, aquí esta parte tiene que ser más acuática, esta otra parte tiene que ser más cruda, hueón”.
B: Y en paralelo, yo pasé harto rato con él en el estudio, produciendo y diciendo: “oye, no, aquí podríamos hacer tal cosa o que esto suene así, o podríamos hacer tal idea y que la batería se vaya lejos, usemos estos ambientes”. Y particularmente con el Puré estuvimos un par de semanas; hay unos montajes en “Menarquia” en que estuvimos ahí harto rato sentados frente al computador buscando sonidos y procesando y dándole vueltas y que la batería acá y que inventando no sé qué cosa.
N: Por ejemplo eso, que también lo ocupamos para “Va y Ven”, del 6123: llevamos una cassettera, un Deck en cinta, un grabador de cassettes antiguo, y lo ocupamos. Una vez que ya había cierta mezcla, ponte tú, la batería, la pasamos por la hueá y hay una forma en que uno pone Rec, pero sin grabar -Rec solamente, no play- y saturai el pre-amplificador de la hueá y crea una distorsión exquisita; una distorsión muy rica, muy rica. Y esa hueá la ocupamos, lo volvimos a grabar en digital, y eso fue parte del material que ocupamos para este montaje cuático de “Menarquia”, que es llegando al final del tema; hay una parte en la que todo se distorsiona y queda la cagá’. Entonces sí, tal vez si no fuéramos ingenieros en sonido, no hubiéramos hecho esa hueá o no tendríamos la concepción de que, con el trabajo sonoro, podemos transformar una hueá completamente.
B: Entonces de repente se empieza a generar ya una creación en la mezcla, y tú empezai a crear, no sólo en la sala de ensayo…
N: Con las perillas.


-A propósito de eso, ¿ustedes tienen un estudio o graban en la casa?
N: Los tres discos los hemos grabado en el mismo estudio, El Yeti Estudios, que es una casa en Bulnes donde hay salas de ensayo y hueás. Funcionan hace tiempo, pero aparte hay un estudio. Y digamos que el Budín, está vinculado. Era como parte de la sociedad del dueño de la hueá.


SEGUNDA PARTE: VÍA CORREO ELECTRÓNICO.


-¿Cuáles son los beneficios de la autoproducción en comparación al trabajo con un sello?
Al autoproducirnos nosotros determinamos nuestros tiempos, no tenemos presión por tener el disco listo para una fecha determinada o tener que mezclar en sólo 2 semanas u otros compromisos o deberes. Estamos limitados por nosotros mismos y por lo que podamos disponer, en nuestro caso hemos tenido el buen karma de contar con horas ilimitadas de estudio para mezclar por ejemplo, lo que permite un trabajo ultra fino en todos los detalles que consideramos importantes. Pero así, tal como este exceso de tiempo nos genera grandes ventajas, también es discreto mencionar que la mente va a una velocidad mayor a la de la materialización, por lo cual, al excedernos en el tiempo de una producción musical, es inevitable estar desfasados de la música que estamos componiendo con la que ya está terminada en un disco para el auditor. Y esto a ratos nos genera algunos inconvenientes.


-¿Ha significado un cambio en su música la incorporación de un nuevo bajista?
Debido a que los temas los construimos siempre en conjunto, al cambiar uno de los cuatro, cambia inevitablemente 1/4 de la banda y por ende 1/4 de la sustancia a partir de la cual se componen los temas, y más que eso, ya que el batero también va hacer otras baterías al ser sugerido por otros bajos y lo mismo con el tecladista y la guitarra. Es como un cambio de cuarto exponencial o algo así.


-¿Hacia qué vertiente musical planean enfocarse para su próximo disco?
No es algo que planeemos tan deliberadamente, la composición de los temas que ya estamos tocando y que irán en el próximo trabajo de estudio salieron de la sinergia energética de lo que cada uno estaba escuchando, pensando, sintiendo y viviendo en el momento que llegamos a la sala de ensayo y nos pusimos a componer algo nuevo. De todos modos nuestros discos son una mezcla de los discos anteriores más algo nuevo. Este disco se viene bien prendido.


-¿Se han planteado masificar su música a través de más videos y/o lanzamientos de singles?
Sí, claro, con videos de 14 minutos y singles de 10. Nos es súper difícil calzar con el formato radial/masivo. De todas maneras nos movemos lo más posible para que a la gente que le pudiera gustar nuestra música nos pueda conocer, aquí en Chile y afuera, eso incluye estar sacando videos nuevos y tocar harto. Hacemos eso más que adaptarnos al gusto de la mayoría.


-¿Cómo ven el panorama musical contemporáneo en nuestro país?
Depende de la banda. O sea, si tienes una banda de música masiva y te mueves te puedes salvar y vivir de esto. Pero la cosa es difícil, hay muy buenos músicos que viven más de hacer clases que de la música misma que hacen. Para bandas como nosotros es bien difícil porque el público es restringido, entonces puedes hacer una tocata y van sus 100 personas, lo que está bien, pero de ahí a sacar lucas para vivir es prácticamente imposible. Internet ayuda bastante.


Próximas tocatas.
En jovenabuelo.cl está toda la información


10 discos que los han influenciado.
Slint - Spiderland
Don Caballero - American Don
Meshuggah - Catch33
Mogwai - Happy songs for happy people
Do Make Say Think - Yet & yet
The Mercury Program - All the suits began to fall off
Tortoise - Millions now living will never die
Jaga Jazzist - What We Must
Godspeed You! Black Emperor - Lift your skinny fists like antennas to heaven
Medeski Scofield Martin & Wood - Out Louder

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